Es difícil definir el aforismo. Entre las dificultades para hacerlo se encuentra el hecho de diferenciar claramente los textos aforísticos de otros géneros de similar estilo y estética, como la máxima y la sentencia. Es probable que la máxima, como su nombre lo indica, tenga pretensiones de moralizar, que la sentencia busque revelar una cierta verdad, muchas veces de tono decadente o pesimista, y que el aforismo sea una expresión breve de una cierta idea ingeniosa que no tiene, o no es necesario que tenga, aspiraciones de tipo universal, epistémico o moral. El diccionario, en este caso, no ayuda a la dilucidación. Sólo sabemos que todas estas son formas literarias breves, que tienen la virtud de la síntesis, de condensar un contenido cuya naturaleza parece ser la de desbordar la forma brev...
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