Está claro que la educación es mucho más que aquel viejo currículum escolar de “lectoescritura y cálculo” y que el abanico de saberes disciplinares y de competencias que mide Pisa. No se trata sólo de adquirir el “saber” o el “saber hacer” en áreas hoy jerarquizadas por las evaluaciones estandarizadas como matemática, ciencias y lectura. Existe un cúmulo de aspectos afectivos y sociales que además de ser clave para el desarrollo de la persona –tanto para su bienestar individual como para la vida en sociedad–, dificultan o facilitan la adquisición de los aspectos cognitivos mencionados.
Las capacidades socioemocionales refieren a elementos como la motivación, la resiliencia y la empatía. Hacen a la habilidad de ser y trabajar con otros, aceptando y reconociendo la riqueza que emerge de la d...
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