Sócrates, Platón, Plotino y muchos otros filósofos han analizado el tema del suicidio a lo largo de los siglos. La mayoría lo condena, como el judaísmo y el cristianismo. Para San Agustín “el que se mata a sí mismo es un homicida”. Los epicúreos opinaron que la falta de sufrimiento es el bien supremo y justificaron el acto cuando la existencia, en vez de alegrar, se convierte en una causa de aflicción. Los estoicos pensaban que era un tema grave a tratar con circunspección y, en efecto, es muy difícil desentrañar las razones por las que alguien se quita la vida. Nunca es una sola. Huelga decir que las circunstancias exteriores juegan un papel mayor o menor, a veces decisivo. El 1 de octubre se conmemora el día europeo contra la depresión. Entre los habitantes del Viejo Continente, “inmers...
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