La oposición en el Congreso estadounidense encara un dilema: iniciar o no un juicio político al presidente Donald Trump. A los más impacientes los espolea el apuro por terminar con su presidencia. A los más prudentes les preocupa qué hacer con el “trumpismo”. El fiscal especial y ex director del Buró de Investigaciones Federales (Fbi) Robert Mueller condujo –a un costo de 31 millones de dólares– una investigación sobre tres asuntos vinculados pero diferentes: la injerencia rusa en las elecciones de 2016, la relación entre esa injerencia y la campaña presidencial del entonces candidato republicano Donald Trump y los supuestos esfuerzos de Trump y su gobierno por obstruir la investigación. Para desazón de quienes esperaban una revelación enorme tras la investigación –que llevó a 196 acusacio...
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