Con muchas las cosas que llaman la atención de la primera visita de Barack Obama a Israel y Palestina. Y son también muchas las que provocan indignación. Es difícil saber si el discurso, si la aproximación política de Obama al conflicto palestino-israelí adolece de ingenuidad, de ambigüedad calculada, de absurdo voluntarismo o es todo pura estulticia. La llegada de Obama a Israel se vio precedida, dos días antes, por la formación del nuevo gobierno del primer ministro Biniamin Netaniahu, en el que los colonos israelíes ocupan tres ministerios clave desde los que, nadie duda, van a seguir impulsando la ocupación y colonización de Cisjordania y Jerusalén este. Hay que recordar que hablamos de colonos, es decir, ultraderechistas e integristas que día a día violan la legislación internacional...
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