Morir o no en un choque dependía en el fondo de las ciegas fuerzas del mercado. El boom de los ochenta llevó las muertes por esta causa a más de 600 por año. Sólo la crisis de “la tablita” logró frenar la marea. Pero enseguida, siguiéndole el paso al Pbi, retornó la tendencia ascensional: en 1994, en Uruguay, “el tránsito” terminó con 700 vidas. Una paradójica recompensa de la crisis de 2002 fue que en 2003 se registraran menos de 400 muertes.
Pero a mediados de ese mismo año la venta de cero quilómetros empezó a crecer. En 2008, año en que se creó la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) como una oficina directamente dependiente de la Presidencia de la República (y se puso a dirigirla al médico intensivista Gerardo Barrios), los muertos fueron 515. En el primero de los informes (de 2...
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