Que estamos en una época de cambios es incuestionable. Pero las transformaciones impulsadas por el partido de gobierno avanzan a los empujones, y se plasman en leyes y líneas políticas que responden a distintas constelaciones ideológicas, generando así una suerte de puzle excesivamente pragmático y contradictorio. Por ejemplo, mientras el Parlamento hace poco más de un mes legalizó el aborto en los centros de salud –con todas las limitaciones a las que nos condenó tener dentro del fa a alguien como Lima– y dio esta semana media sanción al proyecto de matrimonio igualitario, el Senado también este lunes 11 aprobó la modificación al Código de la Niñez y la Adolescencia, estableciendo ahora una pena mínima de un año para las “infracciones gravísimas” que cometan los adolescentes.
Con la ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate