Hubo un tiempo en que los videojuegos eran llamados “las maquinitas”, la edad de oro de los arcade games, juegos en los que los aficionados se perfeccionaban a una partida por ficha, hasta que los dominaban de tal manera que para sacarlos de la máquina había que comprarles las “vidas” que todavía les quedaban o bajarles los pantalones para que sacaran la mano del joystick y perdieran.
Estos jugadores eran la ruina de los locales de entretenimientos, pero también una atracción irresistible para el resto de los aficionados, que se agolpaban a su alrededor para verlos pasar las pantallas donde otros fallaban miserablemente, y sin usar el triste truco de atar la ficha a un hilo de coser para no gastarse hasta el último peso intentándolo. De la época de oro de los arcade son el Pacman y el...
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