—Hablás de desescolarizar la literatura, idea que entusiasma desde el enunciado.
—Sí, aunque ese “des” tiende a generar confusiones; no planteo quitar la literatura de la escuela, después de lo que nos costó ingresarla a ella, sino de extender la mediación lectora a los adultos que rodean al niño, familia, vecinos. Que la escuela no tema incorporar a otros actores sociales vinculados a los chicos, para que cuando termine el ciclo escolar no termine la literatura. Porque concluyen muchas cosas cuando termina la escuela; para empezar, el recreo.
—Es difícil obtener, de padres no lectores, cómplices de mediación.
—Que no se desentiendan del objetivo ya es bastante. Y para los mediadores la responsabilidad es doble, debemos sumar, al trabajo con los chicos, la construcción de puentes hacia los...
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