Eran muy pocas las figuras femeninas
destacadas en la música uruguaya, así que Laura se destacaba doblemente: porque
había pocos cantantes, de ambos sexos, que tuvieran un aparato vocal y un
dominio técnico tan privilegiados, y porque su garra, intensidad dramática,
visceralidad, soltura y presencia escénica sorprendían, dada su condición de
mujer. Desde entonces, nunca dejó de pulir su canto e incorporar nuevos recursos,
sumando a su volumen, rango y dicción privilegiados una enorme cantidad de
matices, susurros, soltura rítmica, maneras de colocar. Más allá de la
facilidad técnica y la posibilidad de impresionar con el mero despliegue de sus
recursos vocales, tenía la capacidad (a la larga, mucho más fundamental) de
conectar con un público amplio en lo emotivo. Recibió buenos reconocimie...
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