Libertades que matan
El sábado pasado, a las 3 de la madrugada, varios activistas defensores de los animales del grupo Acción Directa –quizá unos diez– ingresaron al zoológico de Atlántida, rompieron una puerta, rejas, abrieron 16 candados y liberaron urracas, loros, un faisán, una llama, varios conejos y varios cuises. La jaula del mono fue abierta, pero éste no salió del zoológico. En las celdas vacías se dejaron varias notas: “Abrir una jaula, liberar a un animal, eso es amor”, expresaba una. En otra: “Por la vida en libertad, fuera de la domesticación que nos quieren implantar, por el amor y el respeto hacia los demás animales, por nuevas oportunidades de probar nuevas acciones y por todos esos animales que están esclavizados tras una reja. No pararemos hasta que todas las jaulas estén...
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