La curiosa acción del dueño de refrescos Mío
El empresario Jorge Cancela cerró y se llevó todo. Se escondió y lo encontraron. Ahora piensa que puede arreglar la situación pagando algunos despidos, 24 para ser precisos, de todo el personal sindicalizado. La ley protege el cierre empresarial, pero no cuando se adopta como medida antisindical. Que un empleador uruguayo cierre su empresa y se fugue con el dinero propio y el ajeno (el de los trabajadores, por ejemplo) no es novedad. Los casos abundan: inversores de la construcción, dueños de agencias de viajes, empresarios de la industria textil. Pero no es habitual que un comerciante cuya fábrica parece ir en ascenso cierre las puertas y se esconda con su maquinaria y stock de productos como medida de protesta.Esta es la acción que ha decido ...
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