Veintiocho músicos en un espectáculo que conjuga géneros musicales emparentados –el tango y el candombe– y la formación de una big band. Prometía mucho esta integración de instrumentistas pertenecientes al gremio exclusivo de músicos profesionales de Uruguay –Asociación Uruguaya de Músicos (Audem), con una trayectoria de casi ochenta años–, que en su mayoría se destacan por sus recorridos nacionales e internacionales. Y no me refiero sólo a los cuatro destacados solistas –Hugo Fattorusso, Alberto Magnone, Raúl Jaurena, Ruben Rada, a los que se homenajeó con un acto de reconocimiento de Audem–, sino a todos los integrantes de la banda.1
Aunque en las tres primeras piezas hubo algún problema de amplificación, el espectáculo no perdió calidad musical, y una vez subsanado aquél se pudo escucha...
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