Abdulá Ocalán, el líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (pkk), encarcelado desde 1999 en la isla prisión de Imrali, en Turquía, pidió a sus huestes abandonar la lucha armada y que se replieguen hacia el Kurdistán sur, fuera de Turquía. “Hemos llegado a una fase en la que las armas deben callar (...) los elementos armados deben retirarse fuera de las fronteras de Turquía”, manifiesta Ocalán en un mensaje que leyó un diputado kurdo en Diyarbakir, la capital kurda, ante más de un millón de personas. “Hoy es el inicio de un nuevo tiempo. Un tiempo en el que comienzan los derechos democráticos, la libertad y la igualdad. Las armas deben de callar. El derramamiento de sangre turca y kurda se detendrá. No serán las armas sino la política la que hable. Éste no es un tiempo de guerra ...
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