—¿Dónde surgió la primera?
—En 2007 en Toledo, Canelones; la idea fue trabajar con mujeres víctimas de violencia doméstica a partir de material reciclado, para confeccionar muñecas con cortes de tela de descarte. Le pedimos a Tunda Prada que nos hiciera el diseño de la cara, porque no queríamos asemejarlas a las tradicionales, e hicimos muñecas blancas, negras, sexuadas, asexuadas y muñecos. Nos reuníamos en un salón de una placita sin juegos para niños, en cuyo interior hacía más frío que afuera; una fábrica de camisas nos donaba recortes de tela y dividimos la confección para que cada integrante pudiera confeccionar una parte de la muñeca, porque a varias les prohibían salir más de una vez de la casa. Y el kit con el que las vendíamos incluía una mochila con ropa para cambiarlas, fue un ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate