La irrupción del Mam
Cuando el año se acaba y los minutos apuran desde la imprenta, cae el desafío de referir la última década del Mercado Agrícola de Montevideo (Mam). Esa estructura de hierro labrado levantada con el fin más noble de todos: la distribución de comida. Su funcionamiento fue siempre algo fantasmal y estuvo rodeado de mitología. El barrio, obrero y centenario, también.
El interés de los fondos internacionales por la zona y la preocupación municipal por el vaciamiento de las áreas centrales de la ciudad confluyeron finalmente para atender la realidad del barrio azul grana. Sí, también está la cancha de Montevideo, la del Yale, la de los vecinos de la Aguada, pero esta crónica minúscula está teñida de los colores del corazón de la cronista, nacida y criada en la Plaza de las M...
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