David y Goliat: obreros rurales zafrales se enfrentan a una trasnacional belga de comercialización de frutas, en un escenario laboral en el litoral norte calificado como de esclavitud.
El camión recorre los pueblos: Quebracho, La Tentación, Colonia Esperanza, Chapicuy, Tres Bocas, Constitución, San Antonio, Pueblo Lavalleja, Itapebí, un rosario de nombres sonoros que dibuja la ruta del pobrerío en Paysandú y Salto. El que quiera trabajar, que se suba. Hoy es la frutilla y los arándanos; después la naranja; después la cebolla. Las cuadrillas de peones, hombres y mujeres, se meten en los pastizales infestados de yararás, recolectan durante jornadas extenuantes y con jornales exiguos, discuten cuando les descuentan los bolsos porque la fruta está dañada, les reducen el salario, so...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate