Anualmente Uruguay importa 16 mil toneladas de neumáticos.1 El 46 por ciento de ese volumen llega para atender la demanda de automóviles y 37 por ciento para usarse en vehículos de carga. Aun pensando que una parte es reutilizada en otros vehículos luego del primer descarte, o se destina a otros fines, una vez que se prescinde definitivamente de ellos se convierten en un residuo voluminoso, y muy problemático para el ambiente.
Dejarlos a la intemperie los convierte rápidamente en focos que facilitan la proliferación de insectos como el mosquito Aedes aegipty o roedores. Almacenarlos implica destinar enormes espacios techados. La incineración debe ser fuertemente controlada porque los productos contaminantes que se desprenden en su combustión (monóxido de carbono, hollín, óxidos de nitrógen...
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