Cuando dentro de un tiempo se haga la historia de estos años quizás haya quien ubique lo sucedido el 13 de noviembre de 2015 en París como uno de los episodios más espantosos, trágicos y simbólicos de la “tercera guerra mundial por retazos” que habría venido teniendo lugar desde bastante tiempo atrás; otros apuntarán marginalmente que había habido, unas semanas antes, un hecho aun más trágico, con casi el doble de muertos, pero que curiosamente no había provocado en el planeta una emoción similar a la parisina: más de 220 personas habían volado por los aires producto de una bomba colocada por un terrorista suicida en un avión ruso; otros afirmarán, como escribió en el semanario digital francés Obs el politólogo marroquí Omar Saghi, que los atentados de París, tal vez también el del avión r...
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