Los resultados mandan, pero sería conveniente, de tanto en tanto, tratar de interpretar el carácter del mandado. En referencia a la actuación del combinado celeste en los Juegos Olímpicos de Londres, la opinión pública, la prensa especializada, el técnico Tabárez y, a juzgar por sus declaraciones, los propios jugadores parecen haber llegado a un tácito acuerdo sobre algunas de las acepciones del término “fracaso”.
Lístense, a beneficio de inventario, estos botones de la muestra. Dos partidos perdidos y uno ganado sin muchos merecimientos sobre tres jugados. Apenas dos goles convertidos y cuatro tomados. Suárez y Cavani peleados con la red. Un juego colectivo errático, inseguro, con poca o ninguna memoria. Una cierta propensión a dejarse envolver por los nervios y a recibir tarjetas am...
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