Según se detalla en una entrevista, fue bajo el influjo de la lectura de David Foster Wallace que el hasta entonces físico teórico Paolo Giordano (Turín, 1982) decidió abrir un archivo en blanco y empezar a garabatear su La soledad de los números primos, novela que resultó en un bestseller mundial y que obtuvo, entre otros premios, el Strega 2008, el más importante entre los otorgados en Italia. Tras cinco años llegó El cuerpo humano, y ni la crítica ni sus lectores se mostraron defraudados.
Como de la familia titula Salamandra a ésta, su tercera novela, buscando guardar cierto respeto literal con la historia pero socavando el enigma del original Il nero e l’argento, negro y plata con que Galeno –unas líneas, tardías en la novela, espabilan al respecto– designó a dos de los humores humanos...
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