De lejos no se ve. Por ninguna de las avenidas que uno circule puede imaginar el mundo que se despliega dentro y fuera de los tres enormes galpones que componen el Mercado Modelo. Pero apenas se comienza a transitar por la calle Cádiz, desde la madrugada hasta cerca de mediodía, se es testigo de una actividad intensísima de compra y venta, de carga y descarga, de buena parte –60 por ciento– de la fruta y la verdura que produce Uruguay para consumo interno. Es como una megaferia, pero para mayoristas. Por ahí transitan camiones, camioncitos, camionetas, autos destartalados o carros tirados por caballos, cargados de cajones, bolsas y bandejas. Por todos los pasillos interiores y las calles laterales circulan decenas de changadores que empujan unos carritos flacos y altos que trasladan “torre...
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