Ernesto Talvi, con su “salida programada”, ocasionó la primera tormenta política en la coalición gobernante. Si bien en la interna el ruido es constante desde el 1 de marzo, y hasta ahora todas las diferencias han sido absorbidas –porque el Partido Nacional cedió con la Luc o porque el grado de popularidad del Ejecutivo es alta y dificulta las intenciones centrífugas–, el hecho no es menor y obliga a establecer un nuevo equilibrio en la administración.
La semana pasada
culminó con el sorpresivo anuncio de que el canciller dejaría el cargo para
contribuir a la gestión del gobierno desde otros ámbitos. En la conferencia de
prensa posterior a la reunión que mantuvo con los legisladores de Ciudadanos,
Ernesto Talvi no fijó una fecha para su salida, pero advirtió que su salida fue
acordada con ...
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