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Parece un cuento oscuro

Con “Lisario o el placer infinito de las mujeres”, Antonella Cilento (Nápoles, 1970) abre los postigos al Nápoles español de mediados del siglo XVII con un diálogo místico. Si bien el núcleo temático es grave, la autora logra que el autoritarismo y los abusos brillen absurdos.

Lisario o el placer infinito de las mujeres, de Antonella Cilento. Alfaguara. Buenos Aires, 2015. 336 págs.

“Y, puesto que no se me escucha, dormiré, como después de la escabechina del cirujano: días, semanas, meses y años, y nunca jamás, lo juro por estos dedos y esta cruz y escupo por el suelo, ¡nunca jamás despertaré!”
Antonella Cilento (Nápoles, 1970) abre los postigos al Nápoles español de mediados del siglo XVII con un diálogo místico y una promesa imposible (la cita corresponde a una de las cartas de la joven protagonista –Lisario– a la virgen María antes de, efectivamente, recostarse a dormir).
En su infancia Lisario había importunado a familia y sirvientas con su canto y su parloteo, ya en su nacimiento se la había abofeteado para que callara. A los 11 años un cirujano debió realizar una intervención en su garganta, castrándola de su voz, lo cual derivó en el cumplimiento del mandato so...

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