El hombre aprovechó el aguinaldo para reparar unas viejas humedades y la changuita le dejó un saldo de 35 bolsas de escombros para desechar. A la uruguaya, el fin de semana pidió prestado un vehículo adecuado en la empresa donde trabaja y se dispuso a desembarazarse de los cascotes. Pero no iba a ser sencillo si quería hacerlo como manda la ley.
Primero, con la camioneta cargada, se dirigió al punto verde (pv)1 más cercano que recordaba, a pocas cuadras de su casa. En el lugar, la ansiada volqueta había sido sustituida por un letrero que certificaba la multa que deberá pagarse por arrojar basura allí, pero no había ninguna información sobre el nuevo sitio habilitado por la comuna. El hombre pensó en la absurda lógica municipal de anunciar sólo lo punitivo sin ofrecer una solución al v...
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