Por un azar de la paciencia o por una paciencia del azar el poeta uruguayo Fernando Pereda forjó, desde este rincón del Sur y durante su larga vida, una de las colecciones privadas de cine más importantes de Latinoamérica, si no del mundo. Ese mundo que retuvo perplejo su valor con bastante mayor antelación de lo que suelen acostumbrar nuestros reflejos.
“El tiempo también filma”Fernando Pereda
En París, el 28 de diciembre de 1895, 33 privilegiados asistieron en el subsuelo del Grand Café, a la primera función cinematográfica de la historia. La iniciativa de los hermanos Lumière se repitió apenas seis meses más tarde en el Salón Rouge de Montevideo, y a partir de ese momento comenzó la proliferación de salas de cine en la ciudad. A mediados de los años cincuenta se vendían en Montevideo ...
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