Con sus rutinas y protocolos ineludibles, con su integración por un elenco de viejos conocidos, la propuesta “Los maestros se visitan” nos invita a corrernos de lugar para ayudarnos a pensar desde otro lado esa cosa tan cotidiana que supone una nueva inauguración dedicada a las artes plásticas.
La premisa es sencilla: tres museos monográficos en el mismo entorno geográfico abren sus archivos para compartir acervo poco conocido en la “casa del vecino”, encadenando presencias y tejiendo un espacio contiguo. Participar de la propuesta implica entonces salir a caminar, entrar y salir, subir y bajar, disponiendo de tiempo –okay, tal vez no mucho tiempo, pero sí un tiempo distinto del que experimentamos cuando vamos al museo. Es que no estamos presenciando la muestra sólo parados frente a la obr...
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