La enseñanza del artiguismo es un lindo problema para todo docente. Se cruzan en clase las ideas que estudiantes, familias y autoridades tienen sobre el período y el personaje, presionan los “deberes oficiales” y tradicionales que suponen el respeto a la ideología laicista-nacional-uruguayista, y existe un importante grado de polémica historiográfica que dificulta la simplificación muchas veces exigida por los caprichos del calendario. Agrego la sensación predominante entre los alumnos de que es un tema “aburrido”, fruto, quizá, de la “reiteración efeméride” sufrida durante la escolarización. Por todo esto el libro Las Instrucciones del año XIII. Doscientos años después resulta un aporte sustancial para dinamizar e innovar en la enseñanza de la revolución,1 elevar el debate y trascender de...
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