Un alambrador con herramientas de metal, al lado de quilómetros de alambre, es el pararrayos de una tormenta eléctrica, sobre todo en los establecimientos rurales que no cuentan con esa protección, que son varios. Esta y parecidas observaciones vertió el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Arroz y Afines Marcelo Amaya, en la Comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, el 4 de agosto. Estaba allí acompañando a la delegación de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra), que planteó al organismo la necesidad de contar con un marco legal que ampare el derecho a la vida de trabajadores rurales expuestos a accidentes climáticos, como tormentas eléctricas e inundaciones, entre otros. La Unatra acudió al Parlamento ...
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