Entre ellos el senador republicano Tom Cotton, convencido de que la mejor opción para controlar el programa nuclear iraní es destruirlo en una campaña de ataques aéreos. Cita el ejemplo de Bill Clinton, que ordenó lo mismo contra Irak en 1997. Y viene a decir que sería más fácil que tener 100 mil soldados en Irak, como ocurría en 2006, cuando estaba destinado a esa guerra como teniente. Es tan fácil lanzar bombas desde el aire…
Parece que la experiencia militar no le ha permitido a Cotton informarse ni leer los artículos que dicen que una campaña de bombardeos podría retrasar un hipotético programa de armas nucleares, pero no acabar con él para siempre, o por ejemplo convencería a los iraníes de que su única alternativa sería emprenderlo a toda velocidad y hacerlo en lugares como Fordo, en...
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