—Arrancaron en 2011, ¿con qué inspiración?
—En 2010, cursando la licenciatura en dirección coral en la Escuela Universitaria de Música (Eum) sentí que tenía teoría pero me faltaba “calle”. Convoqué entonces a una decena de amigos con los que ya cantaba en otros coros y en marzo de 2011, cuando empezamos a ensayar, ya éramos 20. Hoy somos más de 50; tuvimos que mudarnos de la Eum, donde veníamos trabajando, porque no cabíamos.
—¿Egresaste de la Eum?
—Queda alguna materia para recibirme, pero me tomé vacaciones porque no la aguantaba más (sonríe).
—¿Cómo articulaste formación y objetivo “calle”?
—La escuela te da academia, música antigua, religiosa, etcétera, pero no trabaja lo popular, por lo cual si optás por ese camino, tenés que crear tus propias herramientas para abordarlo. Y para afron...
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