Sobre la violencia en “Django”
Uno de los ejes narrativos de Django desencadenado es el de las llamadas “luchas mandingo”. Peleas a puño limpio y cuerpo a cuerpo en las que los esclavos se embisten salvajemente, como entretenimiento para su patrón –en este caso para Calvin Candie (Leonardo di Caprio), dueño de una plantación–. Probablemente su incorporación a la trama busca una vía extrema para ejemplificar la sumisión, la absoluta posesión del cuerpo y del alma del esclavo y la capacidad del dueño de hacer con él cuanto se le antoje. Una de las escenas más duras tiene lugar en una plácida sala de estar, con varios aristócratas sentados frente a los luchadores como si estuvieran mirando televisión, observándolos destrozarse mutuamente. Los negros rebajados a la categoría de gallos de pelea...
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