Esta semana los ministros de Economía de la zona euro acordaron conceder a España un "rescate" que puede llegar hasta los 100.000 millones de euros, pero le pusieron condiciones. En realidad, la misma condición de siempre, corregida y aumentada: más ajustes.
El jefe del gobierno conservador, Mariano Rajoy, se alineó y anunció un nuevo plan de austeridad que supone más recortes fiscales, despidos de funcionarios públicos (y la quita de un sueldo para los que quedan), la imposibilidad de descontar las sumas destinadas a compra de vivienda del pago del impuesto a la renta, y la aceptación de que los burócratas europeos controlen las cuentas del país una vez cada tres meses. También un aumento del IVA, que pasará de 18 a 21 por ciento. En 2009, cuando el gobierno estaba a cargo de los soc...
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