Los docentes quizás sean el eslabón más importante de la sociedad. Educan a los científicos y a los escritores, a los políticos y a los artesanos, a los jefes de empresa y a los empleados; en una palabra, a todos los ciudadanos. No esperen ustedes que haya buenos científicos sin buenos docentes: todos los investigadores pueden evocar a tal o tal profesor que supo despertar su vocación. Pero para que los docentes puedan desempeñar su papel es indispensable ofrecerles una formación de calidad... ¡y no es fácil! Entre 1990 y 2010, la formación de los docentes en Francia estuvo en manos de los institutos universitarios de formación de maestros (iufm).
UN SISTEMA QUE ERA PERFECTIBLE. En muchos de esos institutos, separados de las realidades del terreno de juego, la pedagogía se impuso sobre lo...
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