Hace unos días enterramos a “Cara de Palo”, un combatiente de las Tropas Especiales Pablo Ubeda (tpu, unidades de combate sandinistas) al que nunca le conocí el nombre verdadero, uno de esos héroes anónimos que luchó contra la tiranía somocista y luego siguió luchando por la defensa de la revolución. Un combatiente al que se le prometió que iría a la escuela para terminar su bachillerato, se le prometió que viviría en libertad, igualdad, que tendría trabajo, techo y que sus hijos irían a la escuela. Nada de eso pasó. Murió en la casita humilde de su hermana en el barrio capitalino de Monseñor Lezcano y no vi ninguna corona de flores. Un héroe olvidado de una guerra olvidada.
Ya pasaron 34 años desde ese increíble 27 de junio de 1979, cuando en sigilo los guerrilleros sandinistas, como...
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