Sangre, poder e identidad - Semanario Brecha
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Sangre, poder e identidad

El Banco Nacional de Datos Genéticos (Bndg) de Argentina cumple 30 años desde que fue creado por ley, a influjo de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Su directora, Mariana Herrera Piñero, estuvo esta semana en Montevideo y en un encuentro con Brecha se refirió a la historia de la institución.

Foto: Fernando Pena

—¿Por cuáles etapas atravesó el banco desde su creación?
—Se puede hablar de tres etapas: La primera va del 84 al 90, aproximadamente. En ese momento las herramientas que había eran pensadas y creadas para el banco. No había marcadores genéticos, por ejemplo, para hacer un análisis de “abuelidad” (ya que faltaba la información de los padres). Se tuvo que pensar herramientas ad hoc para esa situación. El mayor desafío fue calcular qué matemática forense se podía utilizar para calcular la probabilidad de compatibilidad y cuál era la fuerza de esas pruebas. Todo en el marco de una etapa en la que los posibles nietos eran menores de edad, que los apropiadores no querían llevar a los niños a los exámenes, que se escapaban, que el banco era permanentemente amenazado. Esa era la situación en los ...

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