La idea era muy buena y divertida: las mujeres, unidas, ganan la batalla de los sexos imponiendo una huelga sexual a los hombres. Así ocurría en el 411 a C en Lisístrata, una comedia costumbrista griega donde las mujeres obligaban a sus compañeros sexuales a bajarse de la Guerra del Peloponeso y de otras violencias usuales en la época.
Era una comedia con diálogos y canciones intercaladas como comentarios. Cuando se representó no había derechos de autor, de modo que ahora cualquiera puede desconocer la autoría de Aristófanes y firmar como propia esta versión* que ocurre en una antigua colonia francesa del Magreb, hablada en árabe, con canciones muy islámicas y coloridas, con una actriz judía (Leila Bekhti) como protagonista y donde no se discute la guerra árabe-israelí sino quién debe...
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