El jolgorio agroempresarial está en retirada. Luego de un año de excepcionales resultados para la mayoría de los rubros, en el que incluso se batieron marcas históricas de producción y colocación de carnes y oleaginosos en el exterior, el panorama cambió. Primero fueron los revires del mercado internacional; sobre mediados del año pasado la explosión de precios y demanda de materias primas –impulsada por el dinamismo asiático, la incertidumbre europea y las complicaciones de nuestros competidores naturales– comenzó a revertirse. Después fue la sequía: para el cierre de 2022 y los primeros meses de 2023, la emergencia hídrica vino a complicar definitivamente el panorama. Desde entonces la situación se ha ido normalizando de manera lenta. Aun así, las pérdidas –principalmente en la agricultu...
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