Por más que ambos espectáculos se ofrezcan en las distintas salas de la Alianza y los dos cuenten con Eduardo Cervieri en la dirección, no son esas las únicas coincidencias que pueden llamar la atención. Cabe señalar que tanto El chico de la última fila como El charco inútil, más allá del factor entretenimiento que los espectadores tienen en cuenta cuando deciden ir al teatro, se internan en temáticas que, de inmediato, despiertan el interés de una concurrencia que se siente comprometida con la historia que se desarrolla ante sus ojos. Tal consideración pone pronto de relieve el afinado olfato que, a menudo, despliega Cervieri al elegir los títulos que lleva a escena.
El chico de la última fila (sala China Zorrilla), del español Juan Mayorga, alude a un alumno de literatura cuyas condicion...
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