En el balneario esteño actúan varios colectivos sociales que se nutren, fundamentalmente, de gente llegada de otros departamentos en busca de trabajo. Ocuparon terrenos sin dueño, y entre montes y casas de veraneo formaron su hogar. Tienen una comisión vecinal, otra de productores locales y un grupo de mujeres. También una agrupación ambientalista, una biblioteca y un taller de luthería. Los vecinos “legales” no los quieren ahí. Los consideran una mezcla de “usurpadores” y delincuentes que, además, les afean el paisaje.
La migración interna, que convirtió a Maldonado en el departamento uruguayo con mayor crecimiento demográfico en el último período intercensal, trajo aparejados problemas de acceso a la vivienda que derivaron en la ocupación irregular de miles de terrenos tanto en la perife...
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