Pese a las críticas casi constantes por su estilo de juego o por la supuesta falta de renovación en el plantel, Uruguay consiguió su tercera clasificación mundialista consecutiva, algo que no sucedía desde 1974.
Eludió el famoso repechaje y fue el único que se mantuvo entre las tres primeras posiciones a lo largo de los dos años de competencia.
Sin dudas, el talento de los jugadores es una de las claves, pero no la única a la hora de explicar el éxito ante rivales de un potencial similar y durante un tiempo prolongado.
Hace falta un método, una construcción a partir de la seriedad y el esfuerzo, así como de la correcta asimilación de los aciertos y errores que surgen en el camino.
Hace falta una idea clara, llevada a la práctica con convicción y estabilidad, para que cada componente del co...
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