Gerardo Gandini
Gerardo Gandini rebosaba música. Hiciera lo que hiciera, caramba, le salía buena música. Pero Gandini no dejaba que le saliera así porque sí. Trabaja con mucho rigor, buscaba sin descanso esa buena música. Y tanto en su faceta de compositor como en la de intérprete, era por naturaleza un músico muy refinado.
“Yo no me crié corriendo por los bosques de Viena –dijo una vez en Montevideo respondiendo a una pregunta al final de un concierto–, sino comiendo un refuerzo de mortadela mientras esperaba el tranvía en Villa del Parque.” Jugaba con el pasado con la picardía con que se juega con el presente, y jugaba con el presente con la sabiduría de quien adivina lo que está por debajo de lo visible –o de lo audible–. Lo contemporáneo en él era una profunda comprensión de actit...
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