La última vez que Arturo Rojo tuvo noticias de su hijo Vicente fue el 21 de marzo de 2009, cuando éste tenía 28 años. Han pasado ya cuatro años desde que desapareció junto con otros 12 compañeros de trabajo mientras vendía pinturas en el estado mexicano de Coahuila, colindante con Estados Unidos.
Rojo salió de su ciudad, Ecatepec, en el área metropolitana de la Ciudad de México, junto a otras 17 personas, repartidas en tres camionetas. El jefe de la empresa para la que trabajaban se quedó con cinco de ellas en Monclova, en el norte de Coahuila, y el resto continuó durante dos horas y media más hasta la fronteriza Piedras Negras, adonde llegaron en la noche del 20 de marzo. Al día siguiente salieron a vender cuadros casa por casa, en dos grupos de seis, pero uno de los equipos no regre...
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