Un nuevo tripartidismo - Semanario Brecha
Edición 1532 Suscriptores

Un nuevo tripartidismo

La segunda vuelta de las elecciones departamentales consagró la resurrección de la derecha liderada por el ex presidente Nicolas Sarkozy al mismo tiempo que certificó sin ambigüedad el fin del bipartidismo en el país a través del arraigamiento de la extrema derecha del Frente Nacional como tercer actor político central.

Los socialistas perdieron una abrumadora cantidad de departamentos, entre ellos los de Essonne, Corrèze, Seine-Maritime, Deux-Sèvres y el Norte, es decir, en orden, los departamentos del primer ministro, el presidente de la República, el ministro de Relaciones Exteriores, el de Ecología y el de la ex primera secretaria del PS y autora de la ley sobre las 35 horas semanales de trabajo, Martine Aubry. Una bomba para el Ejecutivo y para Francia que el jefe del Ejecutivo, Manuel Valls, no tardó en reconocer cuando dijo que se trataba de “la marca de un trastorno duradero en el paisaje político”. Si bien la ultraderecha no logró quedarse con ningún departamento, sus abultados porcentajes la izan a un estatuto sin precedentes. Marine Le Pen, la hija del fundador del Frente Nacional y actual líde...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2091 Suscriptores
Interpelación por la JUTEP: una vez más la oposición no cierra filas y el gobierno empata

Moneda de tres caras

Edición 2091 Suscriptores
Trata y explotación en la empresa Sanducitrus de Paysandú

La exprimidora

Edición 2091 Suscriptores
Aceguá, el pequeño rincón de la frontera

Por las sierras

Cultura Suscriptores
Con el historiador Alex Borucki sobre la trata esclavista en el Río de la Plata

Las cuentas pendientes

Edición 2091 Suscriptores
Estados Unidos y su ofensiva en el «hemisferio occidental»

De Robocop global a matón regional