—No son muchas las familias de los adolescentes –que padecieron torturas mientras estaban privados de libertad en el Sirpa– que apelan buscando una reparación. ¿Qué aspectos explican que no sea un mecanismo más usado?
—Para mí fue una novedad. Desconozco si hay algún caso similar en el Interior, pero es relativamente novedoso. Evidentemente, el segmento de público que selecciona el sistema penal juvenil es el más vulnerable de la sociedad. En algunos casos no hay conciencia ni siquiera del derecho propio, entonces la cultura del reclamo, de la reivindicación de los daños y perjuicios, tal vez no esté instalada en esos sectores.
—Varias organizaciones sociales proponen que se cree un organismo independiente para patrocinar estas causas, que no tenga limitaciones para ir contra el Estado cua...
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