Llega al bar caminando. Minutos antes su voz gruesa al teléfono había anunciado que la moto tenía problemas de batería y no arrancaba. “Mi compañera”, la llamó entonces. Marcelo es conocido en el ambiente del motociclismo como “Goldwing”.1 Su alias data del tiempo en que los aficionados a cualquier actividad compartían sus desvelos en la dimensión paralela de los foros, sepultados hoy por Facebook y Whatsapp.
Alto y robusto, tiene poco más de 40 años y una camisa sobria. Mira a través de las gafas, lleva un anillo con las iniciales del motoclub y un tatuaje escondido bajo el abrigo. “Sé que en el imaginario popular vamos vestidos de cuero, con pelo largo, rebeldes, sin reglas ni trabajo fijo. Pudo haber sido en una época. Pero en la actualidad el motociclismo abarca un espectro grande de g...
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