Ciberespionaje y cielos cerrados
El cierre del espacio aéreo de cuatro países europeos al avión presidencial boliviano fue el último episodio relacionado con las denuncias del ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos Edward Snowden. Y uno de los simbólicamente más violentos.
El martes 2, mientras el ex contratista de la cia Edward Snowden seguía dando vueltas por el aeropuerto de Moscú como si se tratara del personaje de La terminal, aquella película en que Tom Hanks se eternizaba en un aeropuerto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, recién salido de Moscú, daba vueltas y vueltas por los cielos. Snowden espera que algún país decida darle refugio; Morales esperaba que Francia, Portugal, Italia o España permitieran que su avión los sobrevolara rumbo...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate