Esta candidatura, y el espacio político que se conformó para ello,1 nació hace poco más de ocho meses. En este tiempo hemos recorrido el país varias veces, y hemos podido ver las enormes diferencias que signan nuestra identidad como nación: la pobreza del norte y la riqueza del sur, la centralidad de las capitales departamentales acompañadas siempre por barriadas inmensas de vida muy humilde. Hemos visto la lenta transformación del paisaje que va construyendo la agricultura, el aun más lento “derrame” –a veces inexistente– de la riqueza del campo a los pequeños poblados y ciudades, la presencia imponente de las grandes empresas ultramodernas acompañadas de la precariedad y la economía de subsistencia de las medianas y pequeñas. Hemos visto una infraestructura deteriorada por la intensidad ...
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