El baño de realidad que los resultados electorales propinaron a los datos y relatos que habían proyectado algunas encuestadoras empapó, como un maremoto, a todo el sistema de encuestas uruguayo. Mojadas quedaron no sólo las empresas, sino también aquellas expectativas desmedidas sobre unos pronósticos que se fueron retroalimentando sin cesar durante este año electoral. Sobre las posibles fuentes de error en las teorías y los métodos empleados por las encuestadoras, así como sobre las manchas a su prestigio infalible habla esta nota que se erige, como ellas, sobre hipótesis y no certezas.
Ni el oficialismo sufrió un áspero porrazo, ni la oposición salió remozada. Más bien, al revés. Contra casi todos los pronósticos de las empresas encuestadoras, el Frente Amplio (FA) abrazó la mayoría leg...
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