Desde la justicia se cuestionó el accionar de la Policía, afirmando que se llevaba “gente al barrer” al juzgado. La misma sensación parece haber quedado en los habitantes que viven todo el año en el pueblo, quienes hablaron de detenciones “sin ton ni son” en el balneario. Un desfile indiscriminado de “indagados”, que además de enlentecer la labor de la justicia, dejó a los involucrados una marca difícil de remover: ser sospechosos del asesinato de Lola Chomnalez.
Al cierre de esta edición, nueve personas habían declarado ante la jueza Marcela López, quien estaba de turno desde el inicio de la feria judicial. Entre ellas, la madrina de la adolescente y su pareja. También tres personas que conocían a una joven llamada Luna, el segundo nombre de Lola. Pero se trataba de una joven que nada ten...
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